martes, 14 de diciembre de 2010

Chile 2010, la comunicación fue moda


Por Mauricio Tolosa

El año 2010,  en Chile, los temas relacionados con la comunicación ocuparon un lugar destacado. Las críticas a la campaña presidencial de la Concertación fueron numerosas, llegando incluso a atribuirle un papel importante en su derrota. La posible sanción del Consejo Nacional de Televisión, a un programa que parodiaba la vida de Jesús, generó una encendida polémica y un cuestionamiento sobre el papel del CNTV. Aunque más política y empresarial que desde el punto de vista del poder de los medios, la posesión de un canal de televisión por el presidente fue criticada hasta el día de su venta.  El cierre de la edición impresa del diario La Nación, generó una ola de recuerdos y remembranzas, pero también planteó la insatisfacción con la uniformidad ideológica de los medios dominantes. 
Mención especial merecen las ácidas críticas a las coberturas mediales nacionales de los tres hechos que pusieron a Chile en las primeras planas y los principales telediarios del mundo durante el 2010. Tanto en el terremoto, como en el rescate de los 33 mineros y el incendio de la Cárcel de San Miguel, los medios fueron cuestionados, principalmente a través de las redes sociales y los medios electrónicos, por la liviandad facilista de la cobertura, los excesos de morbo que llegaron a la truculencia, la explotación de la miseria y el dolor de las víctimas y damnificados. Quizás esta molestia del público se simboliza en la cachetada en cámara que propinó una persona, que esperaba noticias de un familiar, a una periodista de Canal 11, durante la cobertura del incendio de la Cárcel. Los medios y los periodistas, hasta hace poco entre las instituciones más creíbles y confiables, también empiezan a perder la simpatía ciudadanía. 
Otro tema comunicacional presente en la agenda del año del Bicentenario, aunque no como era esperable o deseable, fue la identidad nacional. No se conversó sobre la historia, ni se abordaron preguntas importantes sobre el país, que iluminaran la convivencia y los años por venir. Aprendimos más sobre quienes somos a través de los brutales eventos telúricos y humanos que irrumpieron durante el año, que por una celebración que brilló por su juego de luces pero que tuvo una ausencia tan radical de contenidos, que transformó en protagonistas, del evento estelar proyectado sobre La Moneda, a Condorito y las pelotas del mundial del 62’.

El tema de la identidad, también se manifestó en la controversial campaña “Chile hace bien”, fundamentada, según la Fundación Imagen País, en un riguroso estudio internacional de dos años, y que por capricho-orden presidencial se cambió por “The chilean way” luego del éxito de la imponente puesta en escena que acompañó el rescate de los 33, que alcanzó record mundial de sintonía. En el mismo registro publicitario de los slogans, se podría considerar la lluvia de comentarios y sátiras, que recibieron los dos logos presentados por el gobierno entrante para recalcar su propia imagen, en un lapso de nueve meses.
Podría continuar con una larga enumeración de evidencias para confirmar que el 2010 fue el año en que la comunicación se puso de moda. La consolidación de las redes sociales contribuyó a crear este fenómeno. Una gran cantidad de personas, a través de sus blogs, facebook o twitter generan una segunda voz, no siempre armónica, pero siempre alerta a cuestionar las narrativas oficiales y la forma de construirlas.
Para el desarrollo humano y nacional, es importante madurar y profundizar esta conversación emergente, todavía más emocional que explicativa e integradora. La comunicación determina nuestro mundo, atraviesa las decisiones cotidianas de los ciudadanos, en los ámbitos políticos, económicos y culturales. Somos lo que comunicamos, las conversaciones en que participamos, las personas a las que escuchamos, los medios de comunicación que consumimos. Si la comunicación fuera un tema al que los medios dedicaran suplementos y secciones, como lo hacen con la economía o el deporte, probablemente, las personas serían menos manipulables, comprenderían mejor su mundo y tendrían más posibilidades de transformarlo.

No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...